Leonora Carrington, Remedios Varo y la receta de los sueños eróticos
«un kilo de raíz fuerte, tres gallinas blancas, una cabeza de ajos, cuatro kilos de miel, un espejo, dos hígados de ternera, un ladrillo, dos pinzas para la ropa, un corsé, dos bigotes postizos y sombreros al gusto.»
Chechu Álava, sus retratadas y las hermanas mayores
Chechu Alava (Piedras Blancas, Asturias 1973) llegó a Paris tras tirar unas monedas al aire. Desde su atelier ve tejados. Amplias ventanas dejan pasar la luz por la que han viajado hasta allí tantos pintores antes que ella.
Kim Gordon sobre la ferocidad de las cantantes
A las mujeres en realidad no se les permite ser feroces. Es como la famosa distinción entre el arte y la artesanía: el Arte y lo salvaje, lo que se encuentra en los límites, es cosa de hombres. La artesanía, y el control, y lo pulido, es para las mujeres
Cabbage Patch Kids o las muñecas de Martha Nelson
La historia de las Cabbage Pach Kids recorre todas las vértebras del espinazo pop. Vice vino para hacer justicia y darnos a conocer la historia en este minidocumental en el que cuenta la historia, se comparten fotografías preciosas y cuenta el desenlace la historia no contada de una mujer y sus creaciones, business (&herstoric) case study.
De Suiza a Afganistan en un Ford Roadster
Será un viaje de estudio que nos ayudará a lograr nuestro objetivo: convertirnos, al fin, en seres conscientes, capaces de responder de sí mismos. Se me ha hecho insoportable eso de vivir al buen tuntún…
Los guantes de Marianne Moore
Marianne Moore’s Gloves, 1983. Evelyn Hoffer
Annemarie Schwarzenbach según Ella Maillart
En la mirada se revelaba un alma enamorada de la belleza y que, herida con frecuencia por las discordancias del mundo, tendía a replegarse sobre sí misma; el entusiasmo podía hacer fulgurar aquellos ojos, y también el afecto y el amor; correspondían a mi sonrisa, pero jamás los vi reír.
Lo mejor de la vida tras Mad Men, Rona Jeffe
Lo mejor de la vida, de Roña Jaffe, la novela de la que procede Mad Men, fue la fuente de inspiración, entre otras obras, de El Apartamento de Billy Wilder, donde de fondo se contaba la historia de los sueños de una generación de chicas por primera vez libres.
Brigid Berlin. Transgredir el punto de cruz.
Sus obras de punto de cruz cuestionan las temáticas ladylikes tradicionales y perduran lo desechable. Pocas cosas menos punto de cruz que bordar sobre Keith Richards diciendo que se había esnifado las cenizas de su padre.
Lo siento, aquí no bordamos cojines. Charlotte Perriand.
Cuando Charlotte Perriand tenía 24 años fue al estudio de Le Corbusier en el número 35 rue de Sèvres de París. Era 1927 y le pidió trabajo como diseñadora de interiores. Hasta ese momento el estudio no tenía una división de interiorismo que diseñara muebles. Le Corbusier le dijo: lo siento, aquí no bordamos cojines y la invitó a irse.
Brigid Berlin era una rebelde con causa, cabrear a su madre
Brigid Berlin encontró a su familia en la Factory, fue recepcionista de las oficinas en los ochenta y se la podía encontraba siempre en el front desk tejiendo. Brigid Berlin es la superstar que enseña las tetas en las fotos. El primer icono mass media en mostrar libre y modernamente un cuerpo femenino rechoncho. Respect.
La historia de la foto de Marilyn leyendo el Ulysses
Marilyn disfrutaba leyendo y cultivándose, «si ibas a su casa de improvisto siempre la encontrabas estudiando» dijo su profesora de interpretación Natasha Lytess que le recomendaba lecturas y luego las comentaban por teléfono. Entre sus autores favoritos estaban James Joyce, Walt Whitman, Fiódor Dostoievski y Marcel Proust.